Los periodistas frente a los creadores de contenido: ¿competencia o colaboración?
En la era digital, los periodistas enfrentan un desafío sin precedentes: aceptar que los creadores de contenido —podcasters, youtubers, tiktokers— han logrado una conexión más fuerte con las audiencias que los medios tradicionales. Este fenómeno no es pasajero. Ignorarlo o menospreciarlo solo aumenta la desconexión entre el periodismo tradicional y las comunidades que este pretende informar.
La realidad es que las audiencias actuales prefieren a los creadores de contenido por su capacidad para generar mayor conexión y lealtad. Estos creadores no solo informan, sino que construyen comunidades leales, interactúan directamente con sus seguidores y adaptan su lenguaje a las plataformas donde las audiencias ya están presentes. Un ejemplo claro es el caso de México, donde YouTubers fueron privilegiados por el gobierno de López Obrador, logrando una conexión que los medios tradicionales no pudieron replicar.
Además, existe una creciente desconfianza en los medios tradicionales. Cada año, las audiencias y la credibilidad de los medios convencionales disminuyen, mientras plataformas como TikTok y WhatsApp se consolidan como fuentes primarias de información. Sin embargo, esta tendencia también representa una amenaza de desinformación. Muchos creadores carecen de rigor periodístico, pero sus contenidos son consumidos como si fueran información confiable, lo que amplifica la desinformación y la polarización.
Cómo los periodistas pueden aprender de los creadores de contenido
Los periodistas no pueden seguir mirando con superioridad intelectual a los creadores de contenido. En lugar de criticarlos, deben entender los formatos de éxito y adaptar sus historias a las plataformas digitales que dominan, como videos breves, transmisiones en vivo y contenido interactivo.
El futuro del periodismo depende de su capacidad para construir relaciones cercanas con las audiencias, similar a lo que hacen los creadores de contenido.
Para lograrlo, es crucial que los periodistas usen estrategias de engagement similares a las de los creadores: responder preguntas, fomentar debates y crear una sensación de comunidad. Al mismo tiempo, deben mantener los valores del periodismo, verificando información, contextualizando y evitando el sensacionalismo. Un ejemplo inspirador sería crear contenido en TikTok que desmienta mitos o explique temas complejos de forma accesible.
El impacto político de los creadores de contenido
En países como México, Argentina y El Salvador, los gobiernos han capitalizado la influencia de los creadores para controlar la narrativa. Por ejemplo, López Obrador, con su canal de YouTube, logró 49 millones de horas de visualización en 2023. Además, líderes como Bukele y Milei han usado redes sociales para deslegitimar a periodistas críticos y consolidar el apoyo de sus bases.
Estos gobiernos también han creado redes de influencers que amplifican sus mensajes y desacreditan investigaciones de la prensa. Este fenómeno representa un desafío adicional para el periodismo, que debe encontrar formas de adaptarse y evolucionar en este nuevo entorno.
La elección para el periodismo: adaptarse o quedar atrás
El periodismo no está destinado a desaparecer, pero sí debe transformarse. Reconocer la realidad de las plataformas digitales y el poder de los creadores de contenido como un canal legítimo para llegar a las audiencias es esencial. Al mismo tiempo, los periodistas deben defender los valores democráticos, usando estrategias digitales para combatir la desinformación y fortalecer la libertad de expresión.
Una posible solución es colaborar con creadores que compartan valores periodísticos, combinando su alcance con el rigor informativo. Solo así, los periodistas podrán seguir luchando por la verdad, la libertad de expresión y la democracia en un entorno digital cada vez más complejo y polarizado.