La amenaza compartida: regímenes que aprenden unos de otros

A medida que los regímenes autoritarios alrededor del mundo refuerzan sus tácticas para controlar la información, los periodistas están respondiendo con estrategias igualmente innovadoras y globales. Estas colaboraciones transfronterizas no solo desafían las restricciones impuestas por los regímenes, sino que también amplifican historias que de otro modo permanecerían ocultas, protegiendo la verdad en un entorno cada vez más hostil.

Los gobiernos autoritarios están intercambiando estrategias y herramientas para suprimir la libertad de expresión, creando un sistema global de represión que trasciende fronteras. Por ejemplo, en América Latina, países como Nicaragua, Venezuela y El Salvador han replicado leyes de censura para criminalizar el periodismo y silenciar a los medios independientes. En el Medio Oriente, regímenes como el de Bashar al-Assad en Siria han perfeccionado técnicas para evadir sanciones internacionales, con el apoyo de otros gobiernos y actores globales. Este intercambio de tácticas hace que las amenazas contra la libertad de información sean más complejas y difíciles de combatir.

Periodismo colaborativo: una respuesta global

Los periodistas han comenzado a unirse para superar las barreras impuestas por las fronteras y los regímenes autoritarios. Estas colaboraciones internacionales no solo exponen abusos de poder, sino que también fortalecen la rendición de cuentas. Algunos ejemplos destacados incluyen:

América Latina: CONNECTAS
Periodistas de la región publicaron investigaciones sobre abusos de poder del régimen nicaragüense en medios internacionales para evitar represalias legales dentro del país. Las historias no solo llegaron a audiencias globales, sino que también fueron republicadas por medios locales e internacionales, garantizando que la información llegara a la ciudadanía.

Medio Oriente: comercio ilícito de fosfatos en Siria
Periodistas de Siria, Europa y otros países investigaron cómo el régimen de Assad evadía sanciones internacionales mediante acuerdos con gobiernos y empresas extranjeras. La presión mediática obligó a Europa a reforzar la vigilancia de sus sanciones contra Siria, afectando los recursos del régimen.

África: mpox en la República Democrática del Congo y Uganda
Reporteros colaboraron entre fronteras para investigar el brote de una nueva cepa de mpox que afectaba a niños, a pesar de los intentos de las autoridades ugandesas por suprimir la información. Informaron a las comunidades sobre el brote y las medidas de prevención, salvando potencialmente vidas.

Los retos del periodismo colaborativo

Aunque las colaboraciones internacionales ofrecen un enorme potencial, enfrentan desafíos significativos:

Costos elevados: Los proyectos transfronterizos requieren financiación para desplazamientos, investigación y coordinación.

Barreras legales: Los periodistas a menudo operan en contextos donde las leyes favorecen a los regímenes represivos.

Seguridad: Los reporteros que trabajan en regímenes autoritarios enfrentan riesgos personales, desde vigilancia hasta encarcelamiento.

Cómo fortalecer el periodismo colaborativo

Apoyo financiero sostenido: Programas como las becas de Global Press permiten a periodistas trabajar en temas transfronterizos como libertades civiles, ofreciendo recursos para investigaciones complejas.

Redes internacionales: Crear plataformas que conecten periodistas de diferentes países, como CONNECTAS, para compartir recursos, conocimientos y estrategias.

Protección y seguridad: Proveer herramientas tecnológicas seguras y apoyo legal para proteger a los periodistas en entornos de alto riesgo.

Amplificación global: Asociarse con medios internacionales para garantizar que las historias locales tengan alcance global, aumentando la presión sobre los regímenes autoritarios.

Conclusión: la colaboración como antídoto

En un mundo donde los regímenes autoritarios trabajan juntos para reprimir la verdad, el periodismo colaborativo es más importante que nunca. Estas alianzas internacionales no solo exponen las tácticas de represión, sino que también fortalecen la democracia al garantizar que las historias que los regímenes quieren ocultar vean la luz. Con el apoyo adecuado, los periodistas pueden continuar brillando en las esquinas más oscuras del poder global, mostrando que la verdad no conoce fronteras.