El panorama de crisis y el rol de las redacciones

Enfrentamos una convergencia de crisis: desastres climáticos, enfermedades infecciosas, ciberseguridad, y colapsos económicos, entre otros. Las redacciones locales están en una posición única para ayudar a sus comunidades a navegar estas amenazas. Sin embargo, esto requiere un cambio de enfoque hacia un modelo más colaborativo y orientado al servicio público.

Cómo las redacciones pueden fortalecer su resiliencia

Para enfrentar estos desafíos, las redacciones locales deben adoptar estrategias proactivas que no solo las fortalezcan, sino que también beneficien a sus comunidades. Aquí presentamos cinco estrategias clave que pueden marcar la diferencia:

Las redacciones que actúen como nodos de resiliencia tendrán una mayor posibilidad de dejar un impacto duradero.

1. Fortalecer relaciones con organizaciones y líderes comunitarios: Colaborar con bibliotecas, grupos culturales locales y moderadores de comunidades digitales como Facebook. Coordinar la cobertura con otros medios locales y regionales para evitar duplicación y maximizar el alcance. Crear alianzas que protejan a los periodistas frente a políticas que puedan amenazar la libertad de prensa.

2. Fomentar la conexión entre miembros de la comunidad: Usar el poder de convocatoria del periodismo para organizar foros y debates que fortalezcan la cohesión social. Crear tableros de ayuda mutua antes de que ocurran crisis, promoviendo el intercambio de recursos y apoyo.

3. Proveer información crítica para decisiones importantes: Desarrollar guías prácticas para momentos de vida cruciales como mudanzas, búsqueda de empleo, elección de escuelas o acceso a servicios básicos. Convertir la información local en un recurso confiable para residentes antiguos y nuevos.

4. De-centralizar el rol de las redacciones: Adoptar una mentalidad de nodo dentro de una red más amplia, en lugar de verse como el «personaje principal». Colaborar con actores externos para garantizar que la información llegue a quienes más la necesitan. Esto protege el trabajo periodístico de amenazas externas y lo hace más difícil de silenciar.

5. Prepararse para escenarios de peor caso: Imaginar y planificar escenarios que podrían inutilizar las operaciones de la redacción. Este tipo de preparación no solo fortalece a los medios, sino que también los hace más adaptables frente a imprevistos.

Impacto y legado para el futuro

Aunque estas estrategias no garantizan la supervivencia de las redacciones, aumentan su capacidad de servir a sus comunidades y de permanecer relevantes en tiempos difíciles. Como señala Jennifer Brandel, nadie tiene garantizada la permanencia, pero las redacciones que actúen como nodos de resiliencia tendrán una mayor posibilidad de dejar un impacto duradero.

En un mundo lleno de incertidumbre, el periodismo local tiene la oportunidad —y la responsabilidad— de ser un faro de apoyo e información. Al adoptar estos enfoques, las redacciones no solo se preparan para lo impensable, sino que también garantizan que su legado sea una herramienta invaluable para las generaciones futuras.