El panorama de los medios está experimentando una revolución. Durante años, los periodistas evitaron participar en el ‘lado comercial’ de las redacciones, considerándolo un área ajena e incluso opuesta a su misión. Sin embargo, esa mentalidad está cambiando rápidamente. En 2025, los periodistas no solo aceptan el modelo de negocio, sino que lo integran como una parte crucial de su labor para garantizar la sostenibilidad de su trabajo y el impacto en sus comunidades.

La evolución del periodista hacia operador de medios

El auge del periodista-emprendedor es una tendencia que ha ganado fuerza en los últimos años. Casos como Jessica Lessin con The Information o Nicholas Thompson con The Atlantic muestran cómo los periodistas están asumiendo roles empresariales para revitalizar medios tradicionales o fundar nuevos. Iniciativas locales como 404 Media y plataformas como Substack permiten a periodistas independientes conectar directamente con audiencias específicas.

La transición de un modelo publicitario a uno basado en suscripciones o membresías ha acercado a los periodistas al ‘cliente’, entendiendo mejor las necesidades de los lectores y la relación entre calidad periodística y rentabilidad.

Además, los periodistas comienzan a abrazar frameworks y herramientas de negocio, como el concepto del erizo (hedgehog concept) de Jim Collins, que invita a considerar tres preguntas clave: ¿Qué nos apasiona profundamente? ¿En qué podemos ser los mejores del mundo? ¿Qué impulsa nuestro motor económico?

Por qué este cambio es positivo para la industria

Este enfoque en el modelo de negocio no solo beneficia a las redacciones, sino también a las audiencias. Mayor conexión con las audiencias es uno de los resultados más destacados. El enfoque en lo que la audiencia valora no solo aumenta la fidelidad de los lectores, sino que también asegura que el periodismo se mantenga relevante y accesible.

La innovación constante es otro beneficio clave. Adoptar modelos de negocio obliga a las redacciones a experimentar, probar nuevos formatos y aprender de los fracasos, garantizando que la industria evolucione para adaptarse a las demandas actuales. Además, la sostenibilidad financiera se convierte en una prioridad, asegurando que las redacciones puedan seguir operando a largo plazo y fortaleciendo su capacidad para servir a las comunidades.

Retos y oportunidades en el proceso

Aunque este cambio es positivo, no está exento de desafíos. El equilibrio entre impacto periodístico y rentabilidad es uno de los principales. Aunque los periodistas están adoptando métricas de negocio, deben evitar que estas eclipsen el impacto y la calidad del contenido. La confianza del lector sigue siendo la base del éxito de cualquier modelo.

Otro reto es la necesidad de formación y adaptación. Muchos periodistas carecen de conocimientos empresariales. La inversión en formación y la incorporación de equipos interdisciplinarios son cruciales para navegar este cambio. Además, la aceptación cultural dentro de las redacciones es clave para lograr una colaboración efectiva entre los equipos editoriales y de negocio.

Un futuro donde periodismo y negocio coexisten

El periodista del futuro no solo será un narrador de historias, sino también un creador de valor para sus comunidades. Adoptar una perspectiva empresarial no significa abandonar la misión periodística, sino fortalecerla. Al integrar estrategias de negocio, los periodistas pueden garantizar que sus historias lleguen más lejos, sean sostenibles y tengan un impacto significativo en un mundo en constante cambio.

En palabras de Shira T. Center: ‘Estamos creando valor para nuestras comunidades de una manera que solo los periodistas pueden ofrecer, asegurando nuestra sostenibilidad por años por venir.’