Un cambio en las reglas del juego
El periodismo deportivo está enfrentando una transformación radical, y el incidente con Nick Castellanos, jugador de los Philadelphia Phillies, podría ser un presagio de lo que está por venir. En octubre de 2024, Castellanos rechazó participar en una historia exclusiva de ESPN porque la cadena no accedió a darle control editorial sobre el contenido. Este evento refleja un cambio profundo: los atletas y equipos están tomando el control total de su narrativa, dejando a los periodistas deportivos en una posición complicada.
La irrelevancia del acceso tradicional
Históricamente, los periodistas deportivos actuaban como intermediarios entre los fans y sus ídolos. Era la única forma de conocer las historias detrás de los jugadores y equipos. Pero ahora, las redes sociales han cambiado las reglas: control directo, los atletas pueden dirigirse directamente a sus seguidores a través de Instagram, Twitter o TikTok; contenido exclusivo, los equipos crean sus propias plataformas y generan contenido atractivo, como discursos en los vestuarios o momentos entre bastidores; y evitar riesgos, al usar sus propios canales, los jugadores y equipos evitan malentendidos y aseguran control total sobre cómo se cuenta su historia.
El caso de Castellanos es revelador porque no es una súper estrella como Shohei Ohtani o Aaron Judge. Es un jugador destacado, pero demuestra que incluso atletas de segundo nivel pueden rechazar a gigantes mediáticos como ESPN.
El desafío para los periodistas deportivos
El acceso a jugadores y entrenadores siempre ha sido central en el periodismo deportivo. Sin entrevistas, declaraciones y conferencias de prensa, muchas historias no existirían. Sin embargo, esta dinámica está cambiando: desplazamiento del acceso tradicional, el acceso en los vestuarios, por ejemplo, está siendo limitado; competencia directa con el contenido oficial, para un fanático, ver el discurso de un entrenador en la cuenta oficial del equipo puede ser más atractivo que leer un artículo; y cambios en las expectativas de los fanáticos, los fanáticos ahora tienen acceso inmediato a los jugadores y al contenido detrás de cámaras. Esto reduce la necesidad de reportajes que actúen como intermediarios.
El futuro: adaptarse o desaparecer
El periodismo deportivo no desaparecerá, pero tendrá que evolucionar: replantear las normas, los periodistas deben buscar formas innovadoras de contar historias que no dependan exclusivamente del acceso directo; enfocarse en análisis y contexto, proporcionar perspectivas únicas, contexto histórico y análisis en profundidad que el contenido oficial no puede ofrecer; y colaborar en lugar de competir, encontrar formas de coexistir con el contenido creado por los equipos y los jugadores, en lugar de verlo como una amenaza.
Conclusión: un momento de transformación
El cambio en las relaciones entre atletas, equipos y periodistas refleja una transformación más amplia en cómo se consume y crea contenido deportivo. Los periodistas deberán adaptarse a un entorno donde el acceso ya no es esencial, pero donde aún hay espacio para un periodismo independiente y significativo. El futuro del periodismo deportivo no depende solo del acceso, sino de la capacidad de reinventarse para seguir siendo relevante.