En los gabinetes de prensa y gabinetes de comunicación de la administración local, la conversación nunca es un monólogo. La comunicación corporativa convive con voces que amplifican, matizan o contradicen: grupos municipales, entidades sectoriales, asociaciones vecinales y medios. Medir solo lo que emitimos es insuficiente; el reto es entender el clima completo de esa conversación y actuar en consecuencia.
“Necesitamos saber no solo cómo cae nuestra nota, sino qué dicen los demás sobre lo mismo”, señala el responsable de prensa de un ayuntamiento mediano. No se refiere a curiosidad, sino a gobernanza: decidir si conviene ampliar un mensaje, corregir un ángulo o preparar respuesta a críticas emergentes. El análisis de sentimiento 360 nace de esa urgencia: sumar a la lectura de nuestras piezas las alusiones de terceros relevantes, incluidas voces de la oposición y aliados institucionales.
En ese terreno, MMI Analytics ha desplegado un panel que organiza la conversación por temas, emisores y momentos. La operativa es directa: el gabinete define un conjunto de descriptores —áreas municipales, proyectos, emplazamientos— y un perímetro de emisores de interés, desde medios locales a actores institucionales. La herramienta detecta menciones, etiqueta el contenido y propone una lectura de sentimiento con trazabilidad por fragmentos. “Lo que me importa es ver el porqué del sentimiento, no solo el color”, subraya una jefa de gabinete acostumbrada a informes que se quedan en el titular del dato.
El día a día ofrece escenas conocidas. Se publica una nota sobre una nueva actuación y, a las pocas horas, aparecen reacciones en redes y en una columna de opinión. El panel agrupa los impactos y muestra cómo se reparte el tono entre la pieza original, una réplica favorable de un organismo colaborador y una crítica de un portavoz opositor. “Cuando veo que la réplica positiva cae a media tarde, sé que necesito reactivar con una segunda declaración o una aclaración técnica”, explica un técnico de redes y web municipal. El dato deja de ser un espejo para convertirse en un mando a distancia de la agenda.
La clave no está solo en el algoritmo, sino en el encaje editorial. El gabinete puede revisar y corregir etiquetas, incorporar fuentes que no estaban en el radar e ignorar actores que no aportan a la conversación pública local. La herramienta aprende de esas decisiones y mejora la precisión. “Me interesa que el sistema distinga cuándo me citan de verdad y cuándo solo replican un teletipo”, apunta una técnica de comunicación cultural. Ese matiz evita lecturas infladas y acerca el tablero a la realidad.
Otra ventaja práctica es la lectura comparada por temas y periodos. No se trata de una liga de ayuntamientos, sino de saber cómo rinde una familia de anuncios en contextos parecidos. El panel permite contrastar, por ejemplo, si los avisos de servicio obtienen mayor aceptación cuando hay audio con voz reconocible o si determinados titulares obtienen menos polarización. “Con tres o cuatro ciclos ya identificas patrones y puedes afinar antes de publicar”, resume un asesor de una federación municipal.
La utilidad del sentimiento 360 se multiplica cuando se combina con producción ágil. Las microapps de MMI Analytics convierten la nota base en paquetes listos para web, redes, radio y vídeo en cuestión de minutos, de modo que el gabinete puede reaccionar con una segunda pieza cuando el panel detecta una deriva. Añadir una aclaración técnica o una respuesta institucional sin perder la voz del equipo —con cortes reales, fotos propias y rótulos alineados— reduce la fricción y devuelve la conversación a un terreno informativo.
El método gana en escenarios sensibles. Si una crítica introduce un dato dudoso, el gabinete puede crear rápidamente una pieza con la fuente oficial y un testimonio breve que aclare el punto. “Prefiero una aclaración de 45 segundos con voz real a un hilo anónimo; transmite menos defensividad y más transparencia”, cuenta el responsable de prensa citado antes. El panel registra el efecto de la réplica y permite medir si el tono se normaliza en las horas siguientes.
No todo es cuantitativo. La fortaleza del enfoque 360 está en la combinación de métricas y lectura editorial. Ver el reparto del tono por emisores, el peso de cada tema y las citas exactas que gatillan una percepción ayuda a priorizar. A veces el mejor movimiento no es responder, sino anticipar una pregunta en la siguiente comunicación. “La IA me da la foto amplia y el gabinete decide el encuadre”, sintetiza la jefa de gabinete.
El resultado práctico es un ciclo más corto entre emisión, escucha y ajuste. La comunicación corporativa deja de ser una secuencia de piezas aisladas para convertirse en un relato monitorizado con capacidad de corrección. Cuando el gabinete puede observar la conversación completa —la propia, la aliada y la crítica—, mejora el criterio y reduce el ruido. En la administración local, esa diferencia se traduce en algo más que reputación: ciudadanos mejor informados y decisiones públicas con menos malentendidos.
Al final, el sentimiento 360 no sustituye a la política de comunicación, la ilumina. Mide el clima, identifica los puntos de tensión y facilita respuestas proporcionadas. Con el panel avanzado de MMI Analytics y una metodología que integra oposición y aliados, los gabinetes ganan una brújula operativa que ahorra tiempo y eleva la calidad del diálogo público.
Innovación con IA probada en gabinetes de comunicación corporativa
MMI Analytics desarrolla herramientas específicas para responsables de comunicación en empresas y administraciones públicas. Su experiencia de 30 años en seguimiento de medios se combina ahora con microapps de inteligencia artificial que automatizan tareas repetitivas mientras preservan el control editorial humano.
Las herramientas incluyen análisis automático del impacto de notas de prensa, generación de contenido multimedia en múltiples formatos, evaluación comparativa con instituciones similares y sistemas de respaldo para garantizar continuidad operativa. Cada solución surge de necesidades reales identificadas en conversaciones directas con profesionales de gabinetes de comunicación.
MMI Analytics atiende actualmente a decenas de organizaciones, algunas de las cuales empiezan a utilizar estas microapps para optimizar rutinas diarias: convertir una nota de prensa en imagen para redes, podcasts o infografías en pocos minutos, analizar qué notas funcionan mejor y comparar resultados con otras organizaciones de características similares.
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